En su tercera edición realizada sobre Avenida de Mayo a beneficio de la Asociación Síndrome de Down (Asdra), con 500 metros y 20 mil porciones superó la cantidad realizada los años anteriores. El referente de la organización, Marcelo Varela aseguró que "el rubro de la gastronomía es uno de los ámbitos laborales más receptivos para personas con Síndrome de Down"
La tercera edición de “La pizza más larga de Buenos Aires” batió este domingo su propio récord al alcanzar 500 metros y 20.000 porciones, que se elaboraron sobre Avenida de Mayo a total beneficio de la Asociación Síndrome de Down (Asdra) con el aporte de cien de sus integrantes, para “visibilizar” sus potencialidades y llamar la atención sobre la necesidad de lograr mayor inclusión laboral.
Organizada otra vez por la Asociación de Propietarios de Pizzerías, Casas de Empanadas y Actividades Afines (Appyce), el Sindicato de Trabajadores Pasteleros de Buenos Aires y el gobierno de la Ciudad , la convocatoria incluyó también la comercialización de 20.000 empanadas.
El vicepresidente de la entidad organizadora, Marcelo Varela, dijo a Télam que “el objetivo es batir el récord -que el año pasado fue de 300 metros- y, por otro lado, realizar una actividad solidaria porque todo lo recaudado es para Asdra y sus programas de inclusión”.
“Pero un gran diferencial -destacó- es que muchas personas con síndrome de Down (SD) están trabajando en la calle junto a la gente de Appyce y esto les da una gran visibilidad, porque le están mostrando a la sociedad cómo pueden hacer un trabajo como cualquier otra persona que no tiene discapacidad”.
La inclusión laboral es para Varela, “una de las grandes deudas pendientes” de la sociedad para con las personas con discapacidad, junto con la inclusión educativa, con la cual “va de la mano”.
Y el rubro de la gastronomía ha demostrado ser uno de los ámbitos laborales más receptivos para las personas con SD.“Tenemos muchas personas trabajando en restaurantes como mozos, cocineros o personal de limpieza. Y las empresas están viendo que tienen mucho más éxito porque para las personas con SD estas oportunidades no son un trabajo más sino que es ‘el trabajo de su vida’ y por eso no faltan nunca, hacen muy bien su tarea y mejoran el clima laboral porque irradian una alegría y entusiasmo que por ahí otras no tienen”, explicó.
Leyla Scioti, una joven voluntaria de Asdra que tiene SD, realizaba un trabajo muy particular: contarle a la prensa en qué consiste el evento y por qué es importante participar.
“Esta vez hacemos 500 metros de pizza, el año pasado había un poco menos”, contó a Télam esta chica de 23 años que es novia de Alan Rodríguez, el joven con SD a quien la justicia le dio la razón hace unos días, cuando ordenó que le sea otorgado el título secundario que reclama hace más de tres años, tras terminar la cursada y aprobar todas las materias en un colegio común.
Leyla comentó que no tuvo problemas para hacer el secundario y ahora cursa turismo en un terciario, que esta vez no le tocó trabajar en la elaboración de las pizzas, que a ella le gusta cocinar y en su casa también hace “empanadas o la cena”.
El equipo, conformado por más de 50 maestros pizzeros de las escuelas de Appyce y Pasteleros junto a más de 300 colaboradores y voluntarios, utilizó 750 kilos de harina y 450 de agua para conseguir los 1.200 kilos de masa necesarios.
En la cubierta de la super pizza se usaron 750 kilos de muzzarella¸ 300 de jamón, 300 de tomate y 25.000 aceitunas.
El encuentro tiene como antecedentes las dos primeras ediciones de “La pizza más larga de Buenos Aires”, realizadas en 2014 y 2015, la empanada más grande de la Capital en 2016 y eventos en Rosario y en Salta.